lunes, 23 de febrero de 2009

LA ALFOMBRA ROJA

Desde niña siempre he sentido fascinación por los Oscar. Esperaba ilusionada la retransmisión de la ceremonia por televisión para contemplar a mis actores y actrices favoritos vestidos con sus mejores galas y comprobar si los premios coincidían con mi quiniela personal (aunque la mayoría de las películas no se estrenaban en nuestro país hasta varias semanas después; afortunadamente, el desfase se redujo con los años).
Aunque terminaba por acostarme antes de lo previsto, vencida por el sueño y por el aburrimiento de una gala que casi siempre pecaba de excesivamente larga y tediosa (justamente las nominaciones que esperaba con más ilusión -guión,actor, actriz, director, etc... eran las últimas en aparecer, y cualquiera aguantaba el rapapolvo mañanero de mi madre echándome la bronca por haberme acostado tan tarde). A ver cómo le explicas a la profe de mates los efectos del "jet lag" si ni siquiera te has movido de casa...
Resultaba más práctico visionar el resumen del día siguiente que la cadena de turno emitía por la tarde (claro que entonces éste terminaba por resultar excesivamente corto; nunca llueve a gusto de todos).
Uno de los momentos más esperados era el paseo por la alfombra roja; la parte más frívola del negocio. Reconozco que era muy mitómana y me encantaba ver el modelito que la actriz de turno había elegido para la ocasión. De la época aún me queda la extraña afición por recortar fotos de carátulas de películas y de actores y actrices, que conservo en archivadores como si de un book fotográfico se tratara, minuciosmente ordenadas (algún día hablaré sobre ellos).

Bueno, pues dejando a un lado las críticas cinematográficas y las crónicas de la ceremonia, algo que se le da infinitamente mejor a mi querida Elphaba, me limitaré a disfrutar del espectáculo visual que nos ofrece la alfombra roja, y ¿por qué no? a criticar a los peor vestidos (quien se haya resistido alguna vez a ello que levante la mano), que es gratis.


Los "Brangelina"
estaban estupendos, como siempre. No tenía ni idea de que Kevin
Kline estaba casado con Phoebe Cates (la vis-
teis hace años en Gremlins y parece que
se ha conservado en formol todos estos años).
Y me parece estupendo que le dieran el Oscar honorífico al divertidísimo Jerry Lewis. Por Dios, que no me lo comparen con el histriónico Jim Carrey!! que Lewis es inimitable.
A los que he visto desmejorados y envejecidos es a Kurt Russell (quizás sea la foto que no le hace justicia, aunque aquí apenas se aprecia por el tamaño) y a Anthony Hopkins, bastante delgado.







Y como no podía faltar, siempre aparece alguien dando la nota por su mal gusto. Al parecer el tipo de la siguiente foto, con la melenita rubia, es un famoso crítico de moda (ya se sabe, en casa
del herrero, cuchara de palo). He tenido que mirar la foto 2 veces
para convencer-me de que no era una mujer...

Tilda Swinton, como siempre, rara. Y la Jessica Parker, que se cree que es un gurú de la moda... en fin, puede seguir creyéndoselo si quiere. El vestido, muy mono, pero habrán tenido que ponerle oxígeno porque ese escote imposible debía de estar dejándole sin aire. Un pelín menos encajado también habría estado mono, hija. A ver cuando se entera esta chica que "menos es más".

Claro que si uno no se deja llevar por la extravagancia y los excesos en un día como éste, ¿cuándo lo va a hacer? Y si no que se lo pregunten a Phillip
Seymour Hoffman, que debía de tener un poco de frío
o quizás es que no le dió tiempo a pasar por peluque-
ría, como a Mickey Rourke (ay, siento no haber puesto foto pero es que me da un asquito cada vez que lo miro...). Algún día me tendré que armar de valor y ver "El luchador"; dicen que su papel merece la pena (procuraré verla en ayunas).
Y Miley Cyrus (alter ego de Hannah Montana) tampoco estuvo demasiado acertada con su atuendo a modo de escamas. Un vestido demasiado rococó para una chica demasiado joven.

Como tampoco lo estuvo Sofia Loren con su Armani Privé; pero por muy Sofia Loren que seas no favorece parecer una caja de bombones a los 74 años.
En cuanto a Meryl Streep (pena que no se llevara el Oscar), bastante correcta, sobria y elegante, aunque no me guste especialmente el vestido.

Nada que ver con una folclórica Beyoncé embutida en un horroroso vestido. Lo siento, le doy el título de peor vestida de la noche. (Que despida inmediatamente a su asesor, por Dios).



Menos mal que la Pe nunca nos defrauda. Al parecer guardaba en el armario desde hace varios años este Balmain "vintage" de 60 años para lucirlo en una ocasión especial. No cabe duda que le ha dado suerte, ¡ y tanto! Aunque siga sin parecerme una actriz de Oscar (I'm sorry). Le voy a pedir el teléfono de su asesor de imagen (un genio capaz de transformar a una sencillita chica de Alcobendas en una despampanante estrella de Hollywood). Milagros del maquillaje...
Otra que tampoco anda mal de gusto es la Kidman. Este año no desfiló por la alfombra roja porque al parecer la Academia "reservó" alguno de los presentadores/as para hacer acto de presencia directamente sobre el escenario. ???

Y por supuesto, la delicada Natalie Portman acertó con su look, como viene a ser costumbre.
(De mayor quiero ser como ella).
Igual que Marisa Tomei, estupenda a sus 45 años (otra que parece conservarse en formol) con un Versace
blanco.
Kate Winslet estaba impecable con un elegante YSL, igualita que las actrices de los años 40-50.
Y Diane Lane, elegantísima, de negro. Este año se ha hecho patente la crisis por la falta de cromatismo, pocas se han atrevido con el rojo, algunos negros y grises pero sobretodo mucho, mucho blanco, como el del Armani de
Anne Hathaway.


En fin, ya lo dicen por ahí...
"there´s no bussiness like show bussiness"...
¿Habéis echado de menos a alguien?

LA FRASE DE LA SEMANA


Ves cosas y dices "¿Por qué?".

Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo "¿Por qué no?"
(George Bernard Shaw)
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Ilustración: Jacek Yerka

viernes, 20 de febrero de 2009

LA FOTO DE LA SEMANA

Por fin. Me moría de ganas de inaugurar alguna sección de fotografía. Creo que es mi vocación frustrada; qué le vamos a hacer, así que de momento me seguiré conformando con disfrutar de las instantáneas de otros...

Me encontré por casualida con ésta y me ha parecido estupenda para el estreno; simple, a priori, pero que adquiere un dramático significado en el contexto de la noticia que la ocupa.

David Tree, el bombero de la foto, ayuda a un sediento koala que ha sobrevivido a los devastadores incendios que han consumido parte del territorio australiano desde el pasado 7 de febrero. 350 mil hectáreas de bosques quemadas, más de 700 casas destruidas y cerca de 200 fallecidos.


Foto: es.noticias.yahoo.com

jueves, 19 de febrero de 2009

REBAJAS A CIEGAS

Las rebajas están llegando a su recta final y de nuevo vuelvo a sorprenderme con esas curiosas costumbres japonesas. Era de esperar alguna excentricidad, no en vano estamos hablando de una de las sociedades más consumistas de todo el mundo.

Fukubukuro. Literalmente: bolsa de la suerte.

Los primeros días del año estas bolsas inundan todos los establecimientos del país mientras miles de clientes se alinean con fervor en interminables colas para conseguir el preciado "fukubukuro". Su gracia radica en que se compran sin saber cuál es su contenido: una compra a ciegas, y su garantía es que su valor es muy superior al precio que el cliente paga por ella (en algunos casos incluso lo duplica). La única pega es que, obviamente, no se puede elegir aunque si se trata de una tienda de ropa sí se podrá elegir la talla (uf, menos mal).
Una buena forma de deshacerse de artículos de la temporada pasada.

Se ofrecen unidades limitadas de fukubukuro en tiendas de ropa, de artículos del hogar, de cosmética, pequeño electrodoméstico, papelería, supermercados... incluso los nuevos tiempos tecnológicos se han adaptado a esta costumbre y ya es posible adquirirlas por internet.

Personalmente, creo que sólo me arriesgaría con las del "super". : )

En este link podéis ver las carreras que se pegan al más puro estilo Harrods.

¿Quién dijo que somos consumistas?

lunes, 16 de febrero de 2009

16 DE FEBRERO

Gracias por estos 6 años. TQ.

domingo, 15 de febrero de 2009

SANTANDER EN LLAMAS



16 de febrero de 1941.

Un fuerte temporal azota la ciudad desde el día 15 con fuertes vientos que llegan a alcanzar los 140 km por hora. En la madrugada del 16 se origina un incendio que destruirá una tercera parte del casco urbano. Al parecer, comienza en una cocina de carbón en un inmueble de la calle Cadiz; de ahí que años después se le conociera como el "incendio andaluz" por empezar en Cadiz y terminar en la calle Sevilla.

El temporal intensifica las llamas y el incendio se extiende rápidamente, destruyendo por completo el núcleo medieval, incluida la catedral, que no se reabriría hasta 1953 tras un largo proceso de restauración.


La magnitud de las llamas fue tan
demoledora que hubo que movilizar a bomberos
de otras provincias ; las labores de extinción ocuparon casi tres días y 15 en sofocar por completo los rescoldos.

Las cifras son abrumadoras: 37 calles afectadas, cerca de 400 edificios que componen un total de unas 2000 viviendas (el 90% del comercio destruido pues prácticamente se concentraba en el centro histórico) y 14 hectáreas totalmente arrasadas. Miles de familias perdieron sus hogares y sin embargo, a pesar del dramatismo del suceso, sólo hubo que lamentar una víctima mortal: el bombero Julián Sanchez García, fallecido en el hospital de Valdecilla a consecuencia de las heridas sufridas por el derrumbamiento de una fachada.

El país enteró se movilizó para enviar ayudas a los damnificados a pesar de encontrarse sumido en plena posguerra. Pero los primeros días la ciudad hubo de enfrentarse sola a la catástrofe, pues los daños provocados por el temporal la dejaron aislada por completo.
La morfología de la capital cántabra cambió para siempre, convirtiéndose las labores de reconstrucción en estandarte del regimen franquista.


Sin embargo no fue el primer incendio sufrido por la ciudad. El 3 de noviembre de 1893 el buque Cabo Machichaco atraca en el muelle con un cargamento de ácido sulfúrico y
51 toneladas de dinamita. Horas después se declara un incendio que provocaría la explosión de la carga, llevándose por delante la vida de 590 personas y dejando heridas a otras 525 que habían acudido a la zona para contemplar el incendio.

Otros barcos fondeados en las inmediaciones acudieron a sofocar el incendio, sumando más víctimas a la larga lista de fallecidos. La onda expansiva se propagó provocando el derrumbe de varios edificios y proyectando los escombros a varios kilómetros de distancia, además de desencadenar una tromba de agua que arrastró a decenas de curiosos al mar.
No fue el último suceso protagonizado por el barco, ya que 4 meses después 15 obreros fallecieron como consecuencia de una nueva explosión mientras trataban de recuperar los restos hundidos en la bahía.

Ambas tragedias debieron calar hondo en el imaginario popular porque recuerdo la frase que siempre me repetía mi abuela cántabra: "se dice que Santaner algún día perecerá por agua o por fuego".

viernes, 6 de febrero de 2009

LA FRASE DE LA SEMANA


Cada mañana en la selva una gacela se despierta. Sabe que tiene que correr más rápido que el león más rápido para no morir ese día.
Cada mañana en la selva un león se despierta. Sabe que tiene que alcanzar a la gacela más lenta para no morir de hambre.


Moraleja: no importa si eres león o gacela, cada día cuando salga el sol... ¡corre!

(Herb Caen).
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martes, 3 de febrero de 2009

ACEPTANDO RETOS


Mi amiga Candela ha tenido la enoooorme deferencia de acordarse de mí y enviarme este reto bloguero (no te preocupes, Candela, no te lo tendré en cuenta, je,je). Consiste en comentar 3 cosas que no he hecho nunca (no se especifica si son cosas que desaría hacer o por el contrario cosas que no tengo ningún interés en acometer, así que haré una versión libre y mezclaré un poco de todo).

- nunca he viajado a Japón (pero le pondré remedio dentro de 3 meses y medio)

-nunca me he casado (también se remediará en el mismo período de tiempo)

-mmm... a ver, cambiando de tercio... nunca me he fumado un cigarro (probé una calada allá por mis lejanos 16 años y como aquello no me gustó y no despertó en mí interés alguno, pues decidí no entregarme al humeante vicio).


Bien, pues una vez cumplida esta parte del trato, ahora debo pasarle el testigo a otros 3 amiguetes cibernéticos (aún a riesgo de que dejen de hablarme; sólo espero que sean condescendientes y se apiaden de mí):

- Susana (porque es muy buena persona y sé que no me lo tendrá en cuenta, je, je)

- Chema (por lo mismo de lo mismo)

- Inma (con la esperanza de que me soborne para que no vuelva a tenerla en cuenta en próximos retos)

Bueno, prueba superada.


Y por otro lado, Berta me ha entregado otro premio acompañado de reto; esta vez se trata de comentar 7 cosas extrañas sobre mi personalidad. A priori suena bastante difícil, aunque estoy segura de que si hago memoria encontraré más de 7 : )


- a ver, desde niña me encanta comerme los croissants "pelándolos", o sea, ir desprendiendo tiras de modo que lo último que como es siempre la parte de dentro (ésto si estoy sola, claro; si tengo compañía no porque queda bastante raro);


- siempre llevo en el monedero 3 monedas (de 100, 200 y 500 liras italianas) que conservo de mi estancia de 6 meses en Florencia en el 2001, y nunca, NUNCA, me desprendo de ellas;
- tengo una libreta donde apunto todo aquello que leo que me pueda interesar o servir en un futuro (direcciones de tiendas interesantes, páginas web, libros recomendados, etc... clasificado según tema; suena excéntrico, lo sé);
- cuando viajo soy incapaz de dejar nada a la improvisación, me encanta documentarme sobre mi destino, qué ver, horarios, etc..;
-cuando desayuno galletas siempre tengo que partirlas en dos mitades antes de mojarlas en el café; nunca " enteras";
- cuando me ducho siempre sigo el mismo orden, brazo izquierdo (supongo que es normal, siendo diestra), brazo derecho, tronco y piernas (por supuesto, la izquierda primero) (¿soy la única maniática o es normal seguir un orden concreto? es como algo mecánico, no era consciente de ello hasta que me he puesto a pensar en cosas raras que hago);
- soy incapaz de salir a la calle sin reloj, me falta algo; de hecho, sólo me lo quito cuando me ducho (incluso duermo con él);
Bueno, Bertha, trato hecho. La segunda parte del premio no la voy a cumplir, sintiéndolo mucho. Debería entregar el premio a otros 7 blogs, pero dado que casi todos practicamos la "endogamia bloguera" y nos leemos entre nosotros, es difícil encontrar entre los blogs que visito a 7 que no tengan el premio y además así acabaríamos formando un ciclo infinito. Ya sabéis que no soy muy dada a ningún tipo de cadenas (no es por llevar la contraria, que conste).
Gracias por los premios.