sábado, 24 de marzo de 2012

NORMAN ROCKWELL

A muchos seguramente el nombre no les suene, pero al ver las maravillosas portadas que ilustró sí reconocerán las imágenes.
Lo que yo no sabía es que tiene su propio museo en los EEUU (fundado en 1969 en Stockbridge, Massachusettts, donde vivió durante sus últimos 25 años, además de otro museo menor ubicado en Vermont) y que en su última etapa profesional también adoptó la fotografía como medio de expresión.
Inicialmente contaba con modelos que posaban para sus trabajos, aunque pronto comprendió las posibilidades que le ofrecía la fotografía. Son precisamente sus portadas para la conocida revista de actualidad Saturday Evening Post (su primer trabajo para ellos data de 1916: un total de 322 cubiertas a lo largo de 47 años) las que le dieron renombre y lo convirtieron en el ilustrador más popular de su época, así como sus anuncios (para Coca-Cola, Kellogg's, dentífricos....). Se suceden las ilustraciones de libros, los calendarios para boy scouts, retratos, la biografía ilustrada de Louisse May Alcott...




En la década de los 20-30 se centró básicamente en escenas infantiles, debido a su papel como director artístico de la revista "Boys' Life", especializándose en trabajos para revistas infantiles. En los 30-40 evolucionó hacia otras temáticas y es el que mejor supo plasmar el modo de vida norteamericano a través de sus escenas costumbristas.

Entre 1941-1946, recibió el encargo del Post de realizar una serie de portadas para levantar la moral del país en las que relataba, a lo largo de 11 ilustraciones, las aventuras de un soldado raso imaginario (Willie Gillis) durante su periplo tras enrolarse en el ejército y hasta su regreso a casa, sano y salvo. Si bien fue tachado de "blando" y "azucarado" por sus detractores, hay que reconocer que también incluyó la crítica social, especialmente en los 60-70, a cuenta de los cambios políticos y la creciente integración de culturas, como demuestra en "El problema con el que convivimos todos", donde muestra a una niña de raza negra que es escoltada a la escuela:









De lo que no cabe duda es de la exaltación del pueblo americano a través de sus dibujos, entre los que destaca su serie "Libertad" (inspirado por el discurso de Roosvelt sobre las 4 libertades): "Freedom from want" (libertad de la necesidad: representa a una familia reunida en torno a la mesa el día de Acción de Gracias), "Freedom of speech"(libertad de expresión), "Freedom from fear" (libertad del miedo) y "Freedom to worship" (libertad de culto), considerada ésta última como su obra maestra. El Gobierno imprimió millones de carteles y los lienzos viajaron en 1943 en una gira por 16 ciudades en compañía de su autor, con el fin de exaltar el orgullo patrio y bélico.
En esta página se pueden ver todas las portadas que creó para el Saturday Evening Post.

jueves, 22 de marzo de 2012

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

Estrenamos primavera, así que nada mejor que unas cuantas ideas ECO para ir entonándonos con la estación:

1. LANZAMIENTO DE BOMBAS

Como las que proponen desde el grupo Guerrilla Gardening (Madrid, Barcelona y otras ciudades europeas y americanas ya han sido víctimas de estos particulares soldados). Son bombas de semillas. El grupo se dedica a "atacar" espacios públicos abandonados (desde una rotonda a una jardinera) a plena luz del día o de noche, con premeditación y alevosía, haciendo florecer la vida en ellos.

2. PEGANDO MACETAS


Quien no tenga jardineras en las ventanas, ya puede disfrutar de su propia albahaca o sus ramitos de perejil. Bastará comprar estas macetas (a la venta a partir de abril en ontwerpduo.nl) transparentes que se pueden adherir en la ventana, en los azulejos de la cocina o donde la imaginación nos alcance.


3. LECHUGAS VIVAS


El último grito es comprarlas con su raíz, así que no necesitamos conservarlas en la nevera (aguantan hasta 7 días si las regamos). Se llaman Salamova y vienen avaladas por Martin Berasategui (1 euro en grandes superficies).

4. TIRAR LAS ZAPATILLAS EN MEDIO DEL CAMPO


No, no es una actitud antiecologista, al menos si se trata de las Oat Shoes: biodegradables, fabricadas en algodón bio, cáñamo y corcho. Y su lengüeta esconde semillas de margarita y amapola, así que si las "plantas" o las abandonas en pleno campo, bastará esperar a que florezcan.

lunes, 19 de marzo de 2012

MAMA FRAMBOISE

Y sigo encantada con la cantidad de tiendas originales, bien decoradas y cafés que se están abriendo en Madrid.
El mes de enero y los malos rollos laborables bajaron mi autoestima hasta límites escandalosos, y como todos sabemos los beneficiosos efectos que los dulces tienen en nuestro cerebro, decidí invitar a una colega del trabajo y amiga a merendar para desconectar de las malas vibraciones.
Hace escasos meses Mama Framboise abrió sus puertas muy cerca de la Plaza de Alonso Martinez y ya tenía ganas de pasarme por allí.




El local está hasta la bandera (como he podido comprobar en mis 3 visitas) y casi siempre toca esperar a que quede hueco libre; lo bueno es que las mesas se comparten y no se desaprovecha ni una silla, así que la espera no se prolonga demasiado.

La decoración es muy estilo campiña "afrancesada", con muebles decapados en blanco, mesas y sillas de distinto tipo. Los suelos, de madera sin tratar, que dan un toque como más casero. No solo sirven y venden dulces, sino que también ofrecen comidas y cenas ligeras (quiches, ensaladas, bocadillos y tablas de quesos y embutidos), que complementan con un servicio de catering.

Su propietario es un joven chef asturiano que ya reúne unos cuantos premios (entre ellos la medalla de Oro del Open du France du Desserts 2010).



Y no es de extrañar, porque el repertorio de dulces entra solito por los ojos, y aparte de estar buenísimos, la presentación es de lo más ciudada. Un plus es la amabilidad del servicio, que en otros locales de este tipo destacan por lo contario. La única pega que le veo es que al ser tan reciente, la afluencia es enorme y aparte de la espera, el ambiente suele ser algo ruidoso.
La carta es bastante extensa, lo que dificulta la elección porque llega un momento en que no sabes por cuál decidirte...


Yo pequé, como está mandado, y la tartaleta de manzana subió mis niveles de azúcar en una proporción comparable a la de mi estado de ánimo (que para eso íbamos): merienda terapeútica en toda regla.
Y la tostada de brioche por la que me decanté al mes siguiente es de las más esponjosas que he probado nunca, acompañada de una mermelada de frambuesa buenísima.

De modo que ya sé por dónde pasarme a comprar los dulces de mi cumple...

viernes, 16 de marzo de 2012

HISTORIAS DE LA REBOTICA

De vez en cuándo (y más a menudo de lo que nos gustaría) le dan patadas al diccionario en la botica, porque es inevitable que, con esos nombres de los medicamentos, la gente dé pie con bola. Y ahora con la obligada prescripción por principio activo... pues mucho peor. La lengua se les hace un nudo. Pero hay cosas que una no debería ver nunca...



- "¿Me dejas un boli para ir escribiéndo en cada caja para qué sirven? esque si no, se hace un lío",



- "Claro, aquí tienes".



-"Y en ésta, ¿qué pongo? "



- "Bueno, es un diurético. No sé qué quieres escribir... ya sabes... es para orinar más, para bajar la hipertensión... Tú verás cómo lo entenderá mejor"



-"¿Pongo, por ejemplo, Tensión y Mear?"



- "Sí, mujer, lo que tu quieras"






Siento enormemente haber "fusilado" a mi ética profesional, pero es que no pude evitar la tentación... con una excusa pobre ("Uy, perdona, que no sé si te he dado la dosis correcta, voy a comprobar...") entré en la rebotica, saqué el móvil y rauda y veloz, inmortalicé el momento. Es que esto hay que verlo, no basta contarlo!!



¿Por qué complicamos lo sencillo? Si lo más frecuente es comerse las haches, no meterlas con calzador!!!

martes, 13 de marzo de 2012

NO FUE NEWTON...

Pero qué engañados nos tiene la ciencia XDDDDD

sábado, 10 de marzo de 2012

THE ARTIST

Qué buen sabor de boca dejan las películas bien hechas... Y qué satisfacción da comprobar que las historias bien contadas pueden valerse del recurso que quieran porque al final siempre consiguen llegar al espectador.

¿Muda? Pues sí. Demostrando que no es algo obsoleto y que lejos de aburrir, puede conseguir transmitir las mismas sensaciones que la frase más famosa, el grito más desgarrador o el guión más grandilocuente.


Este magnífico melodrama me ha parecido de lo más delicado, acompañado de una estupenda banda sonora (grabada por la Filarmónica de Bruselas), apropiada incluso ¡¡en su ausencia!! (el súbito silencio en una de las escenas del final resalta el dramatismo del momento).

La sensación con la que me quedo es que está tan bien hecha, que me parecía estar viendo una película de los años 20, y no un moderno largometraje imitando al cine de los años 20. Me encanta el vestuario (especialmente los tocados), la música, la estupenda fotografía (genial la escena en que el protagonista derrama el vaso) los actores (y no solo la pareja protagonista, sino los magníficos secundarios, como ese chófer del que apenas he oido críticas pero que a mí me pareció magnífico); y eso sin hablar de ese perro que ha encandilado a medio mundo (quiero uno como él!!!!!).

Uno no puede evitar acordarse de Douglas Fairbanks, Clark Gable, Gloria Swanson y tantos otros. Y se nota que su director ha disfrutado rodando este homenaje al cine clásico y sus inicios.


Como curiosidad, al parecer la casa de Peppy Miller es la auténtica casa de Mary Pickford.
Y la película no ha estado exenta de polémica, como la que ha provocado Kim Novak, quien se siente muy ofendida y llena de indigación por el uso, según ella vergonzoso, que se hace del "Love Theme" (compuesto para el film "Vértigo" de Hitchcock) "empleando las emociones que provoca como propias cuando fue nuestro trabajo el que, de forma consciente o inconsciente, evoca las memorias y sentimientos del público en el clímax de "The Artist". Debería darles vergüenza".

Pensará la buena mujer que todos hemos sido capaces de reconocer la partitura y, consciente o inconscientemente, hemos pensado en esa escena de "Vértigo". Sip.

Me quedo con algunas escenas memorables, como la réplica de los pasos de claqué en el set de rodaje donde tan solo se ven las piernas, la superposición de la imagen de Valentin sobre el chaqué del escaparate (emotiva), cuando ella descubre la cinta rescatada de las llamas, o la de la chaqueta en el perchero que aparece al principio de este post, además de todas en las que aparece Uggy, entrañables y divertidas.

Y con esas ganas de bailar claqué al salir del cine...



Por cierto, ¿no le encontráis a la foto anterior un parecido razonable?

miércoles, 7 de marzo de 2012

ÑAM, ÑAM

Se me acumulan los posts gastronómicos (uf, cualquiera que me escuche se pensará que me paso el día zampando). Me encanta descubrir sitios nuevos y disfrutar de una buena comida o una merienda en un entorno agradable. Y afortunadamente en Madrid, aparecen locales nuevos como setas.

Naranjo en Flor no es precisamente de los nuevos; llevan pocos años pero recientemente han reformado el local, al parecer coincidiendo con el cambio de propietario. Siguiendo en la misma línea, eso sí. Un pequeñísimo café argentino con apenas 3 mesas donde tomarse un estupendo Nespresso acompañado de un alfajor (o una porción de tarta, o un muffin... todo elaborado en el día).


Y de paso, llevarse a casa una empanadas argentinas para cenar. Y más alfajores, de postre :)

Si alguien se acerca a pasear por el parque de El Retiro, que se acerque por aquí a tomar un cafelito (o un té), que además el dueño es amabilísimo. Está en la C/ Ibiza, 13, cerca del metro de Ibiza (línea 9).

Y por fin me quité una espinita que tenía clavada: cuando estuvimos en Japón nos quedamos con ganas de probar el ramen y de entrar en un kaiten sushi (el típico local donde va pasando los platos en una cinta transportadora, con precios diferentes según el color del plato), así que me conformo con el "sucedáneo" madrileño que visité hace unas semanas. Sí, ya sé que no es lo mismo, pero como decía mi abuela (bastante refranera), "a falta de pan, buenas son tortas".

Oishii cuenta con 3 locales en la capital; nosotros fuimos al de la calle Miguel Moya (pegadito a Callao), quizás por eso estuviese hasta la bandera. Lo mejor es sentarse al fondo, pero por falta de espacio nos acomodaron en el primer tramo de la barra, frente a la cabina de los cocineros, y con los abrigos y el paso tan estrecho que queda detrás del asiento nos pegaron unos cuantos meneos cada vez que pasaba alguien por detrás. Incómodo (insisto, mejor un poco más al fondo, donde la barra se estrecha).

Sobra decir que el personal no es japonés, pero yo no distingo mucho y lo mismo me da. Preparan el sushi y el sashimi a la vista, en una cabina, aunque se pueden elegir otros muchos platos de la carta: arroces, sopas, etc. (en su página web www.oishiiramen.com los describen con bastante detalle).

Las fotos son penosas porque están tomadas con el móvil ("robadas", mejor dicho, algo que me sigue dando mucha vergüenza, pero siempre pesa más el "ansia" de inmortalizar el momento; muy japonés, dicho sea de paso) y la iluminación lo ha teñido todo de un extraño tono rojizo que mi editor de imágenes (o más bien mi escasa destreza) no ha sido capaz de disimular del todo.

Yo me decanté por la Oishii Ramen, una "contundente" sopa con bastantes tropezones (huevo, soja, naruto, verduras y algo de carne). Muy buena, llena bastante peroresulta complicado comerse los ramen (fideos) con los palillos.

Mi marido optó por un par de platos de la cinta (hay uno delicioso cuyo nombre desconozco, un rebozado relleno de pescado muy jugoso) y un Ramen que viene acompañado de pollo en tiras, rebozado y muy crujiente. Para chuparse los dedos.

Y tienen un menú para llevar en bento (sólo entre semana).

En resumen, su sushi y sashimi no son para tirar cohetes (me quedo con el del restaurante Samurai, sin duda), pero los boles de ramen y udon están buenos y son generosos.

domingo, 4 de marzo de 2012

HISTORIAS DE LA REBOTICA



-"Dame el jarabe ese del mongolito, el que anuncian en la tele".



-"¿Cómo? No le entiendo".



-"Sí, hombre, ese del mongolito".



-"Ah, un jarabe mucolítico".



-"Sííí, ese, ese, el de la tele".